Si alguna vez cierras los ojos y te imaginas en una casa maravillosa frente al mar, te aseguro que estás viendo esta casa.
Se trata de una preciosa vivienda de 3 plantas con 5 dormitorios dobles con baños en suite, varias zonas de estar, un despacho tipo biblioteca, comedor, cocina y unas terrazas con vistas al mar.
Una entrada majestuosa va dando acceso a los distintos espacios a través de puertas con forma de arco y de madera recuperada enmarcadas en una embocadura de piedra. A la segunda planta sube una escalera ondulada de piedra con una fuente en el centro que crea un sonido que se oye en toda la vivienda.
Antes de contar en qué ha consistido nuestro trabajo, resumiré cómo encontramos la vivienda y las necesidades de sus propietarios. Salvo por pequeños toques de madera y bambú, el resto de materiales no aportaban calidez. El suelo de piedra sin ninguna alfombra que pusiera un limite o acotara los espacios generaba unas estancias infinitas y poco acogedoras. Además, la escasa incorporación de elementos en paredes o alguna pieza que generase altura, llevaba la cota visual a un nivel demasiado horizontal que incrementaba esa sensación de pesadez y planicie.
La casa mantiene muchas piezas de mobiliario que ya estaban en ella como las camas de los dormitorios, y muchas otros elementos que se han reubicado o adaptado para amoldarlas al gusto del cliente sumando muchas otras piezas que hemos seleccionado o diseñado para este proyecto.
El hall
A la casa de accede a través de un enorme hall en el que hemos creado distintas zonas. Entre los dos primeros arcos situamos un mostrador francés del siglo XIX de 3 m de largo muy robusto acompañado por dos espejos de ratán con una forma más contemporánea y distintos elementos decorativos de la zona. A continuación, una mesa y una alfombra circular cortan el espacio creando un punto focal muy importante y reduciendo el largo de la estancia. Cerca de la escalera situamos dos sillas antiguas que se han retapizado aportando un toque de color.
El despacho
Accediendo por una de las puertas, encontramos el despacho. Aquí se ha pintado toda la carpintería, estanterías y zócalo, y se ha recuperado una mesa que antes se situaba en el hall de la vivienda. Hemos añadido otra alfombra de fibras naturales, una sillas de bambú, una lámpara de cerámica con una divertida pantalla y hemos decorado con piezas con las que ya contaban los propietarios.
El salón
El salón queda dividido en 2 alturas. La parte superior alberga una sala de estar frente a la chimenea con 2 sofás iguales enfrentados y una mesa de trillo antigua que hemos mantenido. Estas piezas, junto con un diván situado al otro lado de la puerta están arropadas por una gran alfombra de fibras naturales que aporta calidez y contraste.
En la parte de abajo se sitúa un salón más informal con vistas al mar. Este también cuenta con 2 sofás aunque con líneas más redondeadas y en un tono más subido, unas mesas de centro con formas orgánicas, al igual que la alfombra, y dos sillones en color teja que hacen un contraste precioso con el mar de fondo. Para continuar con esas referencias playeras tenemos como gran protagonista a la maravillosa lámpara Cocotera que además aporta altura a todo el conjunto.
Los dormitorios
En cada uno de los 5 dormitorios se ha reutilizado todo el mobiliario de bambú y renovado el textil buscando aportar textura y calidez con distintos estampados y tipos de tejidos. Se han tapizados los cabeceros y coordinado cojines, ropa de cama, plaids y alfombras. Además, la renovación de los apliques que aportan la luz general y de las lámparas o apliques sobre las mesitas junto con algún mueble nuevo como la cómoda imperio de uno de los dormitorios o las mesitas de chapa de otro consiguen dar una imagen totalmente distinta a los espacios.
El dormitorio principal
El dormitorio principal ocupa un espacio con forma de medio hexágono con 4 ventanales que dan al mar. El cabecero se encaja en un arco de piedra y el techo lo soportan vigas de madera recuperadas. En resumen, el espacio en si ya era un sueño.
Lo hemos completado vistiéndolo con una gran alfombra que arropa la zona de la cama, en la que hemos hecho todo el textil, y dos zonas de asientos, una con un diván en lino rosado diseñado en el estudio y otra con dos butacas italianas vintage tapizadas con un tejido de rayas.
El patio
El patio, al que sea accede desde varios punto de la vivienda, también se divide en 2 alturas y le hemos dado la vuelta. En sus orígenes el comedor se encontraba en la zona más baja y durante el proyecto consideramos que era más adecuado situarlo cerca de la cocina ya que además eso permitía tener un salón de exterior más amplio. En él se han aprovechado los sofás que se encontraban en el interior de la casa y se han añadido unas mesas de centro metálicas más ligeras.
El comedor lo componen una gran mesa de fibra de vidrio redonda de 200cm de diámetro rodeada por 10 sillas de bambú.